Elegir la talla correcta cuando compramos una bicicleta es algo que tenemos totalmente interiorizado, sabedores de la importancia que ello conlleva posteriormente durante su uso. Pero no podemos decir lo mismo sobre el sillín, un componente que muchos consideran secundario, y del que incluso muchos desconocen que se puede comprar con diferentes anchos.
Aunque no seamos plenamente conscientes de ello, cuando practicamos ciclismo estamos apoyando el 60% de nuestro peso sobre el sillín, lo que sumado a su uso continuado durante horas, hace totalmente imprescindible el hecho de seleccionar concienzudamente el que mejor se adapte a nosotros.
No nos engañemos; NO existe el sillín ideal que se adapte a todo el mundo. Eso es una leyenda urbana. Un mismo modelo puede ser el preferido para unos, y un auténtico potro de torturas para otros, por la simple razón de que no todos los cuerpos son iguales. Ahí es donde nuestra fisionomía, uso y postura a la hora de pedalear nos darán la información suficiente para hacer nuestra elección.
La anchura en los sillines
Utilizar un sillín demasiado estrecho puede provocarnos presiones excesivas en la zona perineal, con el consecuente corte de riego sanguíneo. Pero uno demasiado ancho originará fricciones que harán nuestro pedaleo mucho más incómodo e ineficiente. ¿Solución? Determinar nuestro ancho ideal.
La principal razón para decantar nuestra elección vendrá marcada por nuestro ancho de isquiones, aunque no deberemos dejar de lado otros factores como el tipo de uso que le demos al sillín (carretera,mtb,triatlón…), y la postura que solemos adoptar cuando montamos en bici.
¿Qué son los isquiones?
Los huesos isquiones están situados en la parte baja de la cadera, y son los encargados de sostener nuestro cuerpo cuando estamos sentados, además de estar unidos con el ilión y el pubis para crear el conjunto de la cadera.
Esta última es muy propensa a sufrir daños y lesiones, por lo que es vital conseguir que el apoyo de los isquiones sea perfecto, sobre todo en aquellos ciclistas que realizan entrenamientos de muchos kilómetros.
¿Cómo se miden los isquiones?
Aunque un técnico biomecánico sea la mejor opción para conocer cuál es tu ancho de isquiones, os vamos a enseñar un método casero, pero bastante preciso, que podemos llevar a cabo en nuestra casa con materiales que todos podemos tener a mano.
· Un trozo de cartón corrugado (ese que tiene la capa central ondulada)
· Tiza blanca
· Boli o lápiz
· Una regla
Con todo ello, procedemos de la siguiente manera:
1. Lo ideal es que hagamos la prueba provistos de unas mallas de ciclista, que son un material muy fino, y que sin duda ayudarán para que las marcas de nuestros isquiones queden mejor reflejadas en el cartón.
2. Colocamos el trozo de cartón sobre una silla o banqueta, teniendo muy en cuenta que sea una superficie totalmente plana y dura.
3. Siéntate sobre el trozo de cartón, mantén la espalda erguida, y levanta la punta de los pies. Mantén esta postura al menos un par de minutos.
4. Colorea el cartón con la tiza blanca. Con esto ya percibirás las dos marcas que habrán quedado al apoyar los isquiones.
5. Dibuja un punto en la zona central de cada una de las dos marcas. Finalmente, mide la distancia entre ambos puntos. Con el resultado obtenido, acude a la tabla de abajo para saber cuál es tu ancho de sillín ideal.