¿Te has comprado un nuevo sillín y no tienes tiempo de ir a la tienda a que te lo coloquen? ¡No pasa nada! En este artículo te explicamos cómo hacerlo en casa en unos sencillos pasos. ¡Toma nota!
1º COPIA TUS MEDIDAS ACTUALES
El primer paso antes de cambiar el sillín de la bicicleta es apuntar las medidas a las que tenemos colocado el actual sillín, especialmente estas tres: altura, retroceso y horizontalidad.
- Altura: Para medir la altura tomaremos de referencia la mitad de nuestro sillín, pues será nuestro punto de partida. Una vez tengamos la medida, la apuntamos en una libreta o en el blog de notas del móvil, para posteriormente calcarla.
- Retroceso: Seguidamente, apuntaremos el retroceso. Aunque generalmente se calcula midiendo desde la punta del sillín hasta el centro del manillar, la mejor forma de hacerlo para cambiar nuestro sillín es tomar de referencia la mitad del sillín hasta el centro del manillar.
- Horizontalidad: Cuando hablamos de horizontalidad nos referimos a la inclinación de nuestro sillín. Para ello, utilizaremos un nivel o bien una de las aplicaciones para móvil que miden la inclinación. Así, los grados resultantes los apuntaremos en nuestro blog de notas para calcarlos después.
2º CALCA LAS MEDIDAS EN EL NUEVO SILLÍN
Una vez hemos apuntado las medidas de altura, retroceso y horizontalidad de nuestro actual sillín, toca proceder al cambio. Para ello, con una llave allen, soltaremos el sillín de la nuez y lo extraeremos. Posteriormente, colocaremos el nuevo sillín de tal forma que los raíles queden insertados en los huecos de la nuez, aunque sin llegar a apretarlo del todo para poder retocar las medidas.
Una vez colocado, trataremos de copiar las medidas que hemos apuntado en nuestro blog de notas, comenzando por la altura y el retroceso, hasta acabar con la horizontalidad. Y, por último, acabaremos de apretar los tornillos.
Si tus raíles son de carbono, es recomendable utilizar grasa especial para evitar daños.
3º COMPROBAR LAS MEDIDAS
Antes de dar por finalizado el cambio, es aconsejable comprobar que las medidas que hemos copiado sean correctas, por lo que volveremos a medir la altura, el retroceso y la horizontalidad a la que hemos colocado el nuevo sillín y ver si se corresponden con las que hemos apuntado.
Si es así, ¡nuestro trabajo ha terminado! Si no, tocará retocar aquellas medidas que no sean correctas. Y, si todavía no tienes claro cómo hacerlo, puedes mirar este vídeo de GCN donde lo explican con más detalle.
