Elegir el sillín ideal para la bicicleta es fundamental para disfrutar plenamente de la experiencia ciclista, ya sea en carretera, montaña, gravel o cualquiera de las modalidades. A diferencia de la elección de la talla de la bicicleta, el sillín a menudo se considera un componente secundario y muchos desconocen que se puede adquirir con diferentes anchos.
¡Cuando acabes de leer este post no tendrás ninguna duda en tus futuras compras!. Y, para hacerlo más fácil, si clicas sobre estas palabras accederás a una personalización con la que, en tan solo dos minutos, sabrás qué modelo de sillín Essax se adapta mejor a ti. No obstante, si tienes alguna consulta, puedes contactarnos para un asesoramiento más extenso.
¡Sorpresa: El sillín universal no existe!
Cuando practicamos ciclismo, aproximadamente el 60% de nuestro peso recae sobre el sillín. Y dadas las elevadas horas de uso que se le dan, es esencial seleccionar cuidadosamente aquel que se adapte de manera óptima a nuestras necesidades y fisionomía.
Contrariamente a la creencia popular, no existe un sillín universalmente ideal. Un modelo puede ser el favorito de algunos ciclistas, mientras que para otros resulta incómodo. Por ello, la elección del sillín adecuado dependerá de factores como la fisonomía, la modalidad de ciclismo que se practica (carretera, gravel, MTB, triatlón…) y la postura al pedalear (racing, recreacional, aero…).
La importancia de la anchura
La anchura del sillín es un aspecto crucial a considerar. Uno muy estrecho puede generar presiones excesivas en la zona perineal, afectando el flujo sanguíneo, mientras que uno demasiado ancho puede causar fricciones incómodas e ineficiencias en el pedaleo. La clave está en determinar nuestra anchura ideal, que suele estar relacionada con la distancia entre los isquiones.
Los isquiones son huesos ubicados en la parte baja de la cadera y son fundamentales para sostener el cuerpo cuando estamos sentados. Para lograr un apoyo perfecto, especialmente en ciclistas que recorren largas distancias, es crucial conocer la distancia entre estos dos huesos. ¿Cómo podemos hacerlo?
Para medirlos podemos acudir un técnico biomecánico, pero también existe un método casero y te explicamos cómo hacerlo.
Mide tus isquiones paso a paso:
Para poder obtener resultados más precisos, nos valdremos de las siguientes herramientas:
- Un trozo de cartón corrugado (ese que tiene la capa central ondulada).
- Tiza blanca.
- Boli o lápiz.
- Una regla.
A continuación, debemos seguir estas indicaciones:
- Es recomendable utilizar un culotte mientras llevamos a cabo la medición, pues nos ayudará a que las marcas de los isquiones queden marcadas en el cartón.
- Colocamos el trozo de cartón sobre una silla o una superficie totalmente plana y dura.
- Nos sentamos sobre el trozo de cartón con la espalda erguida. Seguidamente
- Seguidamente, levanta la punta de los pies y mantén esta postura al menos un par de minutos. Similar a la imagen.
- Colorea el cartón con la tiza blanca y podrás observar dos marcas, resultado de apoyar los mencionados huesos.
- En las marcas resultantes, dibuja un punto en el centro y mide la distancia entre ambos con la regla.
- Para terminar, apunta el resultado y revisa la tabla que se muestra a continuación para descubrir cuál es el ancho ideal de tu sillín.
